sábado, 19 de enero de 2013

¿Qué hace el director de orquesta?






Hablando de música clásica a menudo me han hecho esa pregunta. Qué hace o para qué sirve el director de orquesta es una cuestión difusa en la mente de muchas personas; es decir, saben que es el personaje que no toca algún instrumento y suele definírsele por lo que no hace, pero ¿Qué hace además de agitar la batuta? 

He decidido escribir al respecto en palabras muy sencillas, como lo entiende alguien que no se dedica a la música, pero la disfruta enormemente. 

El Director o Maestro de orquesta es la persona encargada de coordinar los distintos elementos que componen la orquesta, no sólo a nivel musical. 

Son tareas del director llevar el tiempo (o tempo), indicar la entrada de instrumentos solistas o grupos instrumentales, marcar acentos y hacer que se lleve a cabo cualquier otra instrucción dejada por el compositor en la partitura. 

Utilizan además de una batuta, lenguaje corporal y gestos. 

Es por eso que la misma obra no será interpretada de la misma forma dos veces nunca. Cada director imprime a cada interpretación su estilo personal y emotividad, y es eso lo que  distingue a unos de otros. 

Fue en el siglo XIX que tomó forma el rol de director en las orquestas. Anteriormente era alguno de los violinistas el que llevaba el ritmo, o el compositor mismo quien daba las instrucciones pertinentes. 

El director de orquesta guía a los músicos - que pueden llegar a ser más de setenta, dependiendo del tipo de agrupación- a través de la interpretación, y es el personaje de referencia para otras cuestiones, tal como acuerdos sobre ensayos o disputas que se puedan sucitar entre los músicos. 

Mi hermano me preguntó el día de hoy que tuvimos oportunidad de ir a un recital en uno de los recintos más bellos del sur de la ciudad: "¿Qué pasaría si no hubiera director?" Mi respuesta fue sencilla: no habría concierto. 

Y es que sería muy complicado llevar a cabo un concierto entre tantos músicos sin una figura que conjunte y dirija las partes de la interpretación, ya de por sí compleja. 

Me despido con un video de mi director de orquesta favorito. Un venezolano muy joven, con un estilo fresco y vibrante que ha conquistado todos los continentes. 






O.

sábado, 12 de enero de 2013

Porque Gatsby siempre será El gran Gatsby



                                         (Click recomendado al video mientras se lee.)     

              


"He escrito la mejor novela de los Estados Unidos", dijo Francis Scott Fitzgerald  a su editor, Maxwell Perkins. 

¿Quién es Jay Gatsby? Esencialmente será la idea que todos se hacen de él. "Whatever people say I am, that's what I'm not." 

Nacido sin fortuna ni posición, con el nombre de James Gratz, Gatsby es el arquetipo del hombre que se inventa a sí mismo. Es la encarnación del norteamericano sin pasado, hecho por su voluntad. Mister Nobody of Nowhere. Héroe o antihéroe, príncipe o asesino, empresario de Wall Street o traficante de alcohol en la época de la prohibición. 

La vida de este personaje fascina y atrae a los personajes más excéntricos de la sociedad burguesa de antes de la Gran Depresión, la Era del Jazz, los felices y teatrales años veinte en Nueva York. La novela se antoja una gran orgía montada por     
Gatsby para obtener la atención de la mujer que lo embrujó hasta el final de sus días, Daisy Buchanan. 

Pero la verdadera historia de Gatsby es más emocionante que todos sus mitos. Enrolado en el ejército norteamericano, es un teniente condecorado que regresa con una idea: resucitar el tiempo muerto, y en especial un único y privilegiado momento del pasado, quizá el único momento de plena felicidad de su vida. 

Jay Gatsby, como Fitzgerald lucha una batalla perdida contra el tiempo ido sin remedio. Es por eso que es una historia que nunca perderá vigencia. 

Es, sin duda, un personaje que cautiva. Un caballero de exquisitos modales, con una luz propia que aunque se va extinguiendo a lo largo de la trama, no deja de deslumbrar. 

Fitzgerald no se equivocaba. Escribió la historia más sencilla y entrañable de su siglo. Un libro que me conmovió hasta las lágrimas, mientras sonreía y pensaba que no leer más de él dejaría un hueco muy grande. 

Una historia que me dejó sin aliento e imposibilitada para empezar con otra historia durante algunos días. 





miércoles, 2 de enero de 2013

2 Libros inspiradores para comenzar el año.


(Foto: Escuela en Herat, Rubén Guillén)




La primera entrada del año.

No acostumbro hacer algo como propósitos de año nuevo; sin embargo, sí hago una lista mental de cosas que me gustaría hacer en mayor medida, por el simple hecho de que me hacen sentir feliz.

Escribir es una de esas cosas. Un par de (amables) lectores me han preguntado si me dedico a la literatura. La verdad es que no, lo que hago no tiene nada que ver con esto. Es sólo uno de mis más grandes pasiones en la vida. 

En esta ocasión me gustaría hablar sobre libros que motivan. 

(Y ojo con el motivan, no hablo de superación personal, sino de inspiración en su estado más elemental.)

Aquí un par de libros que me han dejado con un sentimiento muy grato: 


  • El Vagón de las Mujeres - Anita Nair

Para la mayoría de nosotras es inconcebible la idea de tener prohibido tomar un avión o camión sin la autorización de un marido, padre o hermano. O no poder viajar mezcladas con otras familias, al igual que la imposibilidad de trabajar en ciertas actividades, como las leyes o la medicina. 

En la India, esto es una realidad y Anita Nair, es una joven autora india, que deslumbra con su primera novela. 

El Vagón de las Mujeres es una colección de anécdotas de 6 mujeres que viajan hacia el encuentro de algo o huyendo de su pasado: Akhila, hija abnegada de quien siempre ha dependido su familia, soltera y aparentemente despojada de su feminidad; Janaki, madre de varios hijos, en perpetua pugna con su autoritaria suegra; Margaret, progresista profesora de química; Prabah, una esposa sumisa; Sheela, una adolescente con un pasado traumático quien recientemente ha perdido a la única persona que tenía (su abuela) y Marikolanthu, una joven traicionada y vendida por su familia que va a terminar a casa de dos mujeres británicas que huyen a la India para poder vivir en unión libre. 

Es un libro cálido, cercano (a pesar de describir un país lejano) e inspirador porque, en palabras de la autora, se trata de "un libro para descubrir la fuerza de las mujeres". Una lectura perfecta para tomar conciencia sobre la fragilidad de la vida, y sobre todo, de la mayor fuerza que hay en este mundo: la voluntad. 






  • Mil Soles Espléndidos - Khaled Hosseini

El título de este libro, hace alusión a un poema persa del Siglo XVII, y puede llegar a despistar respecto a la temática de la novela. Mil Soles Espléndidos es una arrebatadora historia situada en Kabul, Afganistán en plena guerra en los años posteriores al ataque a las Torres Gemelas en 2001. 

Narra, a través de la vida de dos mujeres muy diferentes en edad y condición, la transformación que sufre una sociedad estructurada hace siglos, a causa de la guerra, que los obliga a emigrar y separarse de sus familias. 

El autor logra construir un escenario tan real, que parecen escucharse los gritos y los silbidos de las bombas e imaginarse el pánico en el que viven sumidas sus protagonistas, pero también sentir sus ganas de vivir; esa inagotable fuerza que sólo sale en los momentos más críticos. 

Emotiva de principio a fin, con un planteamiento sencillo e inteligente. La otra cara de la moneda detrás de la guerra contra el terrorismo iniciada por George W. Bush; la cara en donde viven los inocentes, los niños mutilados por las minas, las viudas, y los huérfanos. Todos aquellos puestos bajo el eufemismo "daño colateral".

Un libro inspirador, y paradójicamente lleno de vida. Una historia a la que me encanta volver, y que me hace esperar con ansias la próxima novela de este afgano (que dicho sea de paso, estrena en mayo de este año).






Esto es todo por ahora. Dos historias muy diferentes entre sí, que llegan de partes lejanas del mundo, pero que me tocaron de forma especial, y me hicieron pensar que en el país que sea la condición humana es la misma. Las personas aman y sufren de igual modo. 

De vez en cuando es bueno mirar hacia afuera, y salirse un poquito de las historias convencionales y cómodas. Dos buenos libros para comenzar el año.